Escrito porLoris Gautier
Publicado el10 mayo 2024
El mercado de Gwangjang, inaugurado en 1905, es el mercado cubierto más antiguo de Corea del Sur. Originalmente se conocía como Mercado de Dongdaemun, antes de ser rebautizado en 1960. El mercado desempeñó un papel crucial en el desarrollo económico de Seúl y sirvió de punto de encuentro para los ciudadanos durante los periodos de cambio y modernización del país.
A lo largo de las décadas, el mercado de Gwangjang ha evolucionado hasta convertirse no sólo en un centro comercial, sino también en un lugar donde preservar la cultura y la cocina tradicionales coreanas. Hoy atrae a miles de visitantes locales e internacionales, deseosos de descubrir sus sabores únicos y su vibrante ambiente.
Si estás aquí, probablemente sea para saber qué comer en este mercado de Seúl. ¡Te voy a dar mis 5 platos favoritos!
El bindae-tteok, una especie de tortita gruesa hecha con judías mungo molidas, es uno de los platos característicos del mercado de Gwangjang. Se sirve caliente y crujiente, y suele acompañarse de pequeñas guarniciones, como cebollas verdes y kimchi. Este plato sencillo pero sabroso es un ejemplo perfecto de la comida callejera coreana.
A diferencia del sushi japonés, el kimbap coreano suele ser más grande y no contiene pescado crudo. En el mercado de Gwangjang, encontrará versiones generosamente cubiertas con ingredientes como ternera marinada, verduras salteadas y huevos. Cada rollo es una explosión de sabor, pero fácil de comer sobre la marcha.
El tteokbokki, que consiste en suaves pasteles de arroz bañados en una salsa picante y dulce, es otro plato imprescindible del mercado de Gwangjang. Este plato, popular entre los jóvenes coreanos, es perfecto para quienes buscan experimentar el auténtico sabor de la comida callejera coreana.
Para los amantes de la carne, el yukhoe es una visita obligada en el mercado de Gwangjang. Esta versión coreana del tartar suele prepararse con carne de vaca cruda cortada en finas lonchas, aderezada con diversas salsas y especias, y a menudo acompañada de peras coreanas para un contraste dulce. Es una experiencia culinaria única que muestra la delicadeza de la cocina coreana.
El Sundae, o morcilla coreana, puede sorprenderle por sus ingredientes, pero es increíblemente popular en Corea. Hecho con fideos de cristal y sangre de cerdo, y a menudo servido con vísceras, este plato es rico en sabor y textura. Se suele comer con sal y pimienta, lo que realza su sabor.
Visitar el mercado de Gwangjang es como hacer un viaje al corazón culinario de Seúl. Tanto si busca platos tradicionales como si quiere poner a prueba sus límites gastronómicos, este mercado ofrece una gran variedad de opciones para todos los paladares. No pierda la oportunidad de sumergirse en esta experiencia cultural y culinaria en su próximo viaje a Corea del Sur.
El mercado de Gwangjang ofrece mucho más que sus famosas especialidades culinarias. Más allá de la exploración gastronómica, los visitantes pueden entregarse a otras actividades que enriquecen la experiencia:
Compras textiles El mercado es famoso por sus textiles, que ofrecen desde telas tradicionales hasta coloridos hanboks. Se pueden comprar o alquilar, lo que permite a los visitantes sumergirse en la cultura coreana de forma interactiva.
A la caza de objetos únicos Para los que buscan tesoros, Gwangjang es un auténtico coto de caza. Encontrará antigüedades, joyas artesanales y objetos vintage que cuentan una historia.
Asistir a espectáculos artísticos El mercado vibra al son de las actuaciones de músicos callejeros y artistas, creando un ambiente dinámico que anima los pasillos.
Participar en visitas guiadas Para los que quieran saber más, se ofrecen visitas guiadas para conocer la historia y las tradiciones del mercado.
Estas actividades hacen del mercado de Gwangjang un lugar de descubrimiento y placer para todos, que ofrece un abanico de experiencias que van mucho más allá de la simple degustación de alimentos.
El mercado de Gwangjang suele abrir todos los días de 9.00 a 22.00 horas. Sin embargo, los horarios de apertura pueden variar en algunos puestos, sobre todo en los que venden artículos no alimentarios, que pueden cerrar antes.
Aunque el mercado es famoso por sus platos de carne, también ofrece varias opciones vegetarianas, como platos de tofu, tortitas de verduras y varios tipos de kimbap sin carne.
Sí, además de su famosa oferta culinaria, el mercado de Gwangjang también cuenta con una gran variedad de puestos que venden productos textiles, como hanboks (trajes tradicionales coreanos), telas y otras artesanías que pueden ser perfectos souvenirs.
Aunque algunos vendedores aceptan tarjetas de crédito, muchos puestos de comida y pequeños comerciantes prefieren pagar en efectivo. Es aconsejable llevar dinero en efectivo para facilitar las transacciones.
El mercado de Gwangjang suele abrir los días festivos, pero siempre es mejor comprobarlo con antelación, ya que algunos vendedores pueden optar por cerrar durante los festivales importantes.
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Si va al palacio de Gyeongbokgung el fin de semana, hay mucho que ver. La entrada es gratuita si se lleva Hanbok y se puede asistir a ceremonias tradicionales del pasado, como la del cambio de guardia. Hay muchos turistas extranjeros, por lo que parece un destino turístico, y el sol es agradable en primavera, así que yo recomendaría ir.
Conocía bien la entrada gratuita al hanbok, y era la primera vez que me enteraba de la entrada gratuita al hanbok para mayores de 65 años 🙂 Fue un momento útil para conocer a un digno caballero guía y aprender una historia sencilla y detallada. historia (duración: entre 2 y 2 horas y 30 minutos) ). Como era sábado, había mucha gente, y lo más impresionante fue ver a extranjeros vestidos de hanbok🥰 Di un corto paseo hasta Gyeonghoeru y tuve la oportunidad de ver la ceremonia del cambio de guardia👍 Fue una pena que esta vez fuera una visita en grupo, pero tengo muchas ganas de probar la experiencia del hanbok en mi próxima visita🫶
Como es un festival cultural real, hay mucho que ver. Me lo pasé tan bien que no me di cuenta de que pasaba el tiempo. Mi amiga que estaba conmigo también dijo que era divertido ver un espectáculo mientras se contemplaba el palacio. Yo también pienso lo mismo jaja